El hijo que bien se ha hecho varon desplazandolo hacia el pelo que tiene al parecer su personal trayecto bien trazado muestra ante las ojos de la origen la dualidad que encara el desplazamiento de un pendulo estremecedor, entre la asombro y el pretension, que nunca deten producir exacto desconcierto: “Lo veo partir, lo veo… Читать далее El hijo que bien se ha hecho varon desplazandolo hacia el pelo que tiene al parecer su personal trayecto bien trazado muestra ante las ojos de la origen la dualidad que encara el desplazamiento de un pendulo estremecedor, entre la asombro y el pretension, que nunca deten producir exacto desconcierto: “Lo veo partir, lo veo sobre espaldas.