Durante la reciente huelga de sexo en la historia

Durante la reciente huelga de sexo en la historia

Aristofanes planteo en la antigua Grecia la abstinencia sexual de estas mujeres para forzar a las maridos a acabar con la hostilidades que devastaba a las familias de la periodo

Clelia Martinez Maza

La Acropolis de Atenas, capital sobre Grecia / PIXABAY

En el ano 411 a.C., en plena conflagracion del Peloponeso que enfrento a las dos principales ciudades griegas, el genial comediografo Aristofanes estrena en Atenas Lisistrata, la reforma titulada con el nombre de su protagonista. La conflicto se prolongaba ya durante veinte anos de vida y no ha transpirado Lisistrata, «la que disuelve o licencia ejercitos», pone voz al lamento de estas mujeres de individuo y otro edicto, atenienses, espartanas y sobre las ciudades aliadas ante los desastres de la lucha: familias rotas, hijos muertos en combate, mujeres solas y muchachas que, o bien nunca logran marido o bien contraen matrimonio con ancianos. La paz seri­a necesaria desplazandolo hacia el pelo Lisistrata encuentra la singular tactica de alcanzarla: la totalidad de sufren por un marido distante, y no ha transpirado ni siquiera disponen del auxilio sobre un consolador sobre cuero de unos doce centimetros sobre extenso; En Caso De Que desean obligar a sus maridos a firmar la paz, han sobre abstenerse de practicar sexo con ellos. Y no ha transpirado de este modo expone las detalles del plan al resto de estas chicas: «Si permanecieramos en el interior empolvadas, / desplazandolo hacia el pelo con tuniquitas sobre Amorgos / desnudas pasearamos con el delta bien depilado, / desplazandolo hacia el pelo las varones se empalmaran y desearan cubrirnos, / y nosotras nunca aceptaramos, sino que nos abstuvieramos, / las treguas se harian rapido, bien lo se».

Las hembras expresan las dudas sobre la eficacia de la medida ya que los maridos pueden forzarlas a sostener relaciones.

Lisistrata insiste en que las esposos no haran semejante cosa, por consiguiente nunca podri?n gozar con el sexo falto el consentimiento de la mujer. Para terminar, el acuerdo se sella con un sacrificio desplazandolo hacia el pelo un juramento que dicta Lisistrata a las otras en el que de nuevo se describen de modo explicita las usos sexuales y no ha transpirado escaso el que se comprometen a cumplir abstinencia, practicantes incluidos: «No habra ninguna persona, ni amante ni consorte / que se me acerque empalmado. / y no ha transpirado, en residencia, falto toro, pasare la vida / con tunica azafranada y no ha transpirado bien adornada, / para que mi consorte se encienda muchisimo por mi, / y no ha transpirado nunca, de alcance, obedecere a mi esposo. / Y, si, nunca queriendolo yo, me potencia con violencia / de mal alcance cedere y no me movere al compas / ni levantare hacia el tejado mis zapatillas persas / ni me pondre Leona en rallador sobre queso. / En Caso De Que mantengo eso con firmeza, bebere de aqui, / pero En Caso De Que lo incumplo, ?de agua se llene la copa!». Se trataba, por lo tanto, sobre no conceder satisfaccion sexual al marido bien externamente en orientacion pasiva (alzando las piernas) o adoptando un funcion activo, como Leona (nombre popular para las cortesanas) que se dispone activamente acerca de el verga del varon apoyado, del igual modo que se apoya el pinrel en un rallador (para las que Existen constatacion arqueologica).

Las estados comicas asi­ como con copia sentido se suceden en la comedia desplazandolo hacia el pelo an eso contribuyen los nombres parlantes sobre las protagonistas, igual que Cinesias, “el que mueve, agita”, (scl. el polla) desplazandolo hacia el pelo por tanto “el que jode”, que no aguanta mas la ausencia sobre su esposa Mirrina (de myrtos, “mirto”, clitoris), no separado por la marcha de sexo, sino por el total abandono en el que se encuentra la vivienda, pues a la huelga sexual las mujeres anaden el abandono de las obligaciones domesticas. Llega un instante en el que la abstinencia sexual es extremadamente dura Ademi?s para las hembras, que estan a momento sobre quebrantar el juramento desplazandolo hacia el pelo la protagonista llega a confesar: «deseamos follar, de decirlo con suma brevedad». Ante la gravedad sobre la posicion, exhorta a las companeras a resistir, asi­ como recuerda que igualmente los varones sufren con esa ausencia nocturna.